El Faro

Ubicación: Santa Fe, Santa Fe, Argentina.
Proyecto: 2021.
Superficie: 4336.90 m²

Memoria descriptiva:

En las inmediaciones del centro geográfico de la ciudad de Santa Fe, sobre la amplia Avenida General Paz, al interior del emblemático Barrio Candioti, se erige El Faro. Un emprendimiento de características singulares, cuya arquitectura contemporánea, de proporciones esbeltas y geometrías puras, establece un diálogo respetuoso con aquel edificio residencial, exento y característico del movimiento moderno, que se dispone solitariamente entre frondosas arboledas.
La diferencia entre los términos distinto y diferente es muy sutil, mas El Faro ha sido concebido como un edificio ‘diferente’. La consideración y el estudio del entorno circundante ha sido fundamental durante todo el proceso de diseño. Proyectar una torre entre medianeras implica una compleja reflexión previa y un análisis de las variables intervinientes, en pos de alcanzar una respuesta arquitectónica capaz de aprovechar las potencialidades y bellezas de su entorno, generando ambientes confortables, luminosos y en contacto con el exterior.
En este sentido, contar con un lote frentista a dos calles con condiciones tan diversas, significó el diseño de un edificio que responda a las particularidades de cada situación. Por un lado, una elevada torre que acompaña el carácter territorial de la avenida; por otro lado, un amplio jardín frontal cargado de vegetación, que vincula aquel volumen retranqueado con la escala residencial de Barrio Candioti.
De este modo, el edificio cuenta con un ingreso principal sobre la Avenida Gral. Paz, un hall precedido por un semicubierto flanqueado por el verde y los rayos solares que se filtran a través de sus hendiduras, rematando en un patio interno cuya vegetación y resplandor actúan como telón de fondo; mientras que amplios locales comerciales en doble altura, delimitados por una envolvente vidriada que contiene las marquesinas, completan la fachada. A su vez, desde la tranquilidad de la calle Marcial Candioti es posible acceder a los dos medios niveles que conforman el estacionamiento, evitando demoras o situaciones conflictivas derivadas del flujo vehicular de la avenida.
Luego, ascendiendo por la escalera o los ascensores, arribamos al primer piso. Un nivel de transición que precede a la torre. Un nivel conformado por una gran oficina hacia el frente, compuesta por dos áreas de trabajo separadas por un núcleo de áreas sirvientes; donde el perímetro traslúcido expande el espacio interior hacia las terrazas exteriores. Un nivel que alberga los amenities, contando con un salón de usos múltiples cuya flexibilidad hace posible la partición del ambiente, brindando la posibilidad de que dos grupos de familias y/o amigos se reúnan simultáneamente. Un nivel con una extensa terraza accesible, rodeada por canteros repletos de especies vegetales, en donde una enorme piscina con solarium dispuesta hacia el norte termina de componer la escena.
Descansando sobre este piso de transición se encuentra la torre residencial. Un volumen esbelto y austero, una pieza blanca cuya pureza formal pareciera reposar en la calma del espacio. Un cuerpo silencioso hacia el sur, que cobra vitalidad por medio de intervenciones artísticas en sus paramentos; mas permeable y expresivo hacia los demás puntos cardinales, aprovechando las visuales a vuelo de pájaro sobre la ciudad.
Comenzando por una planta tipo que alberga cuatro unidades desde el segundo al décimo nivel, disponiendo departamentos de dos dormitorios hacia el frente y contrafrente, y unidades de un dormitorio en el área central; continuando por un décimo primer piso de silueta reducida e integrado por departamentos de dos dormitorios en los extremos y una unidad intermedia de un dormitorio; y un último nivel compuesto por dos semipisos exclusivos de tres y dos dormitorios. Finalmente, un remate conformado por un juego de ondas materializadas en perfilería metálica, e inspiradas en las flameantes banderas de la plaza contigua, el sinuoso recorrido de los trazados ferroviarios, y las icónicas siluetas del puente colgante.
A raíz de las diversas reflexiones derivadas de la situación pandémica que atraviesa la sociedad contemporánea, este proyecto se propone repensar el concepto de privacidad, con el objetivo de diseñar ambientes interiores que se vinculen directamente con el espacio exterior y la vida urbana. Estas unidades han sido proyectadas con el carácter de un hogar, donde el confort, la iluminación y ventilación natural, la calidad y la calidez espacial son sus cualidades esenciales. Todos los departamentos cuentan con ambientes integrados, donde la cocina se extiende a través del estar-comedor, atravesando las envolventes vidriadas hasta arribar a un amplio balcón que hace posible el contacto con el entorno circundante.
De este modo, El Faro se manifiesta como un edificio diferente. Un ejercicio proyectual compuesto esencialmente por: un basamento, cuya vegetación superior establece un diálogo con la imponente arboleda frentista y se manifiesta como un elemento arquitectónico vivo y mutable; un desarrollo, mediante una esbelta torre que parece estar suspendida en el aire, en concordancia con aquellos lineamientos del movimiento moderno, y en donde la alternancia entre llenos y vacíos permite que la mirada del residente abrace la extensión de la ciudad; y un remate a modo de coronamiento, que otorga identidad al conjunto y establece un nuevo punto de referencia dentro de la trama urbana.